divendres, 19 de desembre del 2014

Sobre la Escucha Activa

Sensible, precisa, y que no juzga al interlocutor.

Del libro de Carl Rogers (1) "El camino del ser". Editorial Troquel-Kairós, Buenos Aires, 1989.


"Lo que realmente me disgusta de mí mismo es no ser capaz de oír a otra persona por creer estar seguro con antelación de lo que se propone decir, y no escucharle.

Sólo después me doy cuenta de que he oído lo que ya había decidido que diría; no he logrado escucharle.

O todavía peor: hay ocasiones en que me doy cuenta de que estoy intentando tergiversar el mensaje para que diga lo que yo quiero y que es lo único que finalmente oigo.

Esto puede ser algo muy sutil y lo logro con sorprendente pericia.

Sólo con tergiversar ligeramente sus palabras, modificando apenas su significado, puedo lograr no sólo que parezca decir lo que deseo oír, sino que sea la persona que yo quiero que sea.

Sólo cuando me doy cuenta, a través de sus protestas o porque yo gradualmente reconozco que sutilmente le he estado manipulando, siento asco de mí mismo.

También sé, por haber sido receptor en semejante situación, lo frustrante de que a uno se le reciba por lo que no es, de que se oiga lo que no ha dicho.

Esto crea ira, confusión y desilusión.

Esta última manifestación nos conduce directamente al próximo aprendizaje que deseo compartir con ustedes.

Me siento terriblemente frustrado y me encierro en mí mismo, cuando intento expresar algo que es profundamente mío, que forma parte de mi mundo íntimo y privado, y mi interlocutor no me comprende.

Cuando tiento la suerte arriesgándome a compartir algo muy personal con otro individuo y el mensaje no se recibe ni se comprende, la experiencia es sumamente deprimente y melancólica.

He llegado a creer que dichas experiencias convierten a ciertos individuos en psicóticos.

Les inducen a abandonar toda esperanza de que alguien les comprenda.
Cuando llegan a este punto, su propio mundo interno, cada vez más grotesco, se convierte en el único lugar donde pueden vivir.

Ya no pueden participar en experiencias humanas compartidas.

Simpatizo con ellos porque sé que cuando intento compartir algún aspecto emocional de mí mismo -que es privado, preciado y tentativo- y la comunicación es recibida con evaluaciones, palabras tranquilizadoras y distorsión de su significado, siento un fuerte
deseo de exclamar: '¡Es inútil!'. Entonces, uno sabe lo que es estar solo.

Con lo que les he dicho hasta estos momentos, habrán comprendido perfectamente que para mí es terriblemente importante que en una relación se escuche de una forma creativa, activa, sensible, precisa, y sin juzgar al interlocutor.

Considero importante ofrecerlo y, especialmente en ciertas ocasiones de mi vida, ha sido de vital importancia recibirlo.

Siento que he crecido dentro de mí mismo cuando lo he ofrecido, y estoy seguro de haber crecido, haberme liberado, cuando he sido escuchado de ese modo"

divendres, 14 de novembre del 2014

Hoy se nos llama a un trabajo de escultura.

La pieza a esculpir somos nosotros mismos.

Se trata de quitar todo lo que sobra, de desbastar para llegar a la esencia.

Cuando llegamos a la esencia hay una fusión y una comunión.

El camino es llegar al alma, al centro.

Para ello hay que abandonar la periferia.

Dice el antiguo mantram: “desde ese centro yo, el alma, surgiré. Desde ese centro yo, el alma trabajaré”.

Surgirá entonces nuestro verdadero rostro, el rostro espiritual, pleno de bondad y de amor.

La mirada de Thay es un bello ejemplo.

"Cada ser humano posee un rostro interior, diferente del que presenta cada día a la vista de los demás, y este rostro se modifica continuamente, porque depende estrechamente de su vida psíquica. Es este rostro interior el que debe cada día esculpir, iluminar con sus sentimientos y sus pensamientos más nobles, para que un día impregne y modele su rostro físico.

El rostro que hoy tenéis es la síntesis de los sentimientos y de los pensamientos que habéis alimentado en el pasado, y si no estáis satisfechos con él, de momento no podéis cambiar gran cosa. Por tanto, no os ocupéis de él, esforzaos solamente en aportar mejoras a vuestro rostro interior, porque éste es el modelo a partir del cual se ha formado vuestro rostro físico en el transcurso de vuestras encarnaciones. El rostro físico empezará resistiéndose, pero después de un cierto tiempo, su resistencia cederá bajo el impulso del otro rostro, del rostro del alma, que es poderoso y trata de imponer sus rasgos. Por momentos, puede que su resplandor traspase vuestro rostro físico, y que aparezca entonces furtivamente vuestro rostro espiritual, vuestro rostro de arriba. Continuad con vuestro trabajo: un día vuestros dos rostros llegarán a fundirse en uno."
––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––-Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos. Editorial Prosveta. Foto: Thich Nhat Hanh, conferencia en Barcelona 8 mayo 2014 (Koldo Aldai)
No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego.También es obvio que quien cultiva la tierra no se detiene impaciente frente a la semilla sembrada, y grita con todas sus fuerzas: ¡Crece, maldita sea!Hay algo muy curioso que sucede con el bambú y que lo transforma en no apto para impacientes:
Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.
¡más de 30metros!
Y esto puede ser extremadamente frustrante.
Un proceso que exige aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros.
Un proceso que exige cambios, acción y formidables dotes de paciencia.
¿Para qué?
Si no consigues lo que anhelas, no desesperes…
quizá solo estés echando raíces….


Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.
Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece
¿Tardó sólo seis semanas crecer?
No, la verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse.
Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años.
Sin embargo, en la vida cotidiana, muchas personas tratan de encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que éste requiere tiempo.
Quizás por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados en corto plazo, abandonan súbitamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta.
Es tarea difícil convencer al impaciente que sólo llegan al éxito aquellos que luchan en forma perseverante y saben esperar el momento adecuado.
De igual manera es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creemos que nada está sucediendo.
En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés, y aceptar que en tanto no bajemos los brazos -, ni abandonemos por no “ver” el resultado que esperamos-, si está sucediendo algo dentro nuestro: estamos creciendo, madurando.
Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando éste al fin se materialice.
El triunfo no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación.
Tiempo… Cómo nos cuestan las esperas, qué poco ejercitamos la paciencia en este mundo agitado en el que vivimos…
Apuramos a nuestros hijos en su crecimiento, apuramos al chofer del taxi… nosotros mismos hacemos las cosas apurados, no se sabe bien por qué…
Perdemos la fe cuando los resultados no se dan en el plazo que esperábamos, abandonamos nuestros sueños, nos generamos patologías que provienen de la ansiedad, del estrés…

dimecres, 8 d’octubre del 2014

dijous, 25 de setembre del 2014

Sobre l'escolta...

 “Dóna llum als teus silencis ,les teves passes seran més lleugeres.”                                 L’escoltadora

Escoltar és una actitutd

L’escolta
Entenc l’escolta  com a alliberació, “espai de temps” per compartir, donar llum , posar paraules, deixar anar, sentir-se ,  atès/a, considerat/da, digne...ESCOLTAT/DA
l’escolta, és el “lloc” on hom  té la percepció de sentir-se acollit/da en els teus sentiments, pensaments....de forma generosa, sense judici, amb l’oïda atenta  a les teves paraules, a la teva sensibilitat

Tothom  ofereix una “imatge” , conscient o inconscientment del que és o del que pretén ser...
Per no generalitzar, diré que un nombre important de persones, no mostra alguna part de si mateix/a, per por a la crítica social, el que diran si descobreixen que es pensa d’una manera diferent al que implícitament és acceptat en el cercle més proper o més ampli o bé que hi ha un aspecte x que mai s’ha mostrat, o situacions diverses que per diferents motius, han esdevingut un tabú.  Aquest fet pot generar en l’individu distints graus de malestar, traduïts en pors, angoixes...i s’arrosseguen al llarg de la vida.
Compartir aquestes situacions, requereix preferiblement d’algun interlocutor/a amb qui no es te vincles personals, amics, família,...doncs aquesta proximitat, en alguns casos pot esdevenir un obstacle.

 Expressar allò que ens passa pel cap i pel cor, allò que pensem i que sentim ha de trobar el seu espai. No es pot  ignorar el que és.

El fet de sentir-se escoltat, es un reconeixement personal, una manera d’autoescoltar-se i possiblement descobrir una forma nova de vuere les coses. Durant el procés de l’escolta, sovint es dona la situació, que en parar atenció a les pròpies paraules, es pren una consciència diferent  d’allò que s’està dient-vivint, perquè en realitat hom s’escolta també a si mateix...


L’escolta respecta el silenci. Sovint quan algu  explica quelcom sobre alguna situació personal concreta , se sent la necessitat de donar resposta, de dir alguna paraula....no sempre és necessari, poques vegades es necessari. El silenci, forma part del joc. Dona l’espai perquè el que s’ha obert trobi el seu lloc, necessita el seu temps, i la complicitat del receptor, la presència, el no sentir-se sol sostenint  el moment.

L’escolta, també contempla altres situacions com el voler compartir una conversa informal, cercar aquesta estona per un/a mateix /a, persones  amb ganes de tenir els seu moment se ser escoltat/da .


L’escolta s’adreça  a tothom, nens/es, adolescents, adults/es, grans...qualsevol persona que amb necessitat i o ganes de compartir les seves , vivències,   situació vital, idees angoixes, desencontres, conversa, etc...


Ens podem veure ..un cop a la vida, si potser només necessites alliberar-te de quelcom puntualment, o establir temporalment trobades més asidues, setmanals, mensuals... o...tu decideixes.




L’escoltadora